La contratación de un abogado de familia es un escenario que, de forma habitual, viene precedido por la necesidad de resolver un problema que nos impide avanzar en nuestro día a día, generando un desgaste emocional tremendamente lesivo para nuestra persona o la de nuestros más allegados.
Siendo objetivos, a excepción de aquellos casos que se tramitan de mutuo acuerdo entre las partes, la figura del abogado de derecho de familia requiere de una gran empatía hacia la situación que enfrenta su cliente, acompañándole en su proceso de reclamación mediante el ofrecimiento de una respuesta jurídica que se adecué de manera exacta a las necesidades que dan forma a su caso en particular.
Además, los constantes cambios que experimenta esta figura social requerirán de un equipo de profesionales con gran capacidad de adaptación a situaciones de lo más diversas, entendiendo su trabajo como un escenario en el cual la mejora continua jugará un papel clave en la configuración del éxito de su bagaje profesional.
Si necesitas contactar con un abogado de familia en Madrid, te invitamos a ponerte en contacto con GJ Defensa Legal rellenando el siguiente formulario de contacto. Un profesional de nuestro despacho estudiará las circunstancias de tu caso en concreto para trazar la estrategia jurídica idónea que defienda a la perfección tus intereses personales en el procedimiento del que formes parte.
GJ Defensa Legal es un despacho de abogados especializado en familia ubicado en la Comunidad de Madrid con más de 10 años de experiencia profesional. A lo largo de nuestra trayectoria, hemos visto la vida de nuestra cartera de clientes cambiar de forma sustancial, observando en paralelo cómo esta figura social adquiría matices jurídicos hasta hace poco impensables para nuestro equipo.
Por un lado, la figura de la familia no queda definida como tal en nuestro ordenamiento jurídico. No obstante, al encargarse el legislador de su regulación, dicha institución pasa a adquirir una dimensión legal que en ocasiones podría llegar incluso a resultarnos contradictoria como ciudadanos.
El hecho de que exista una reglamentación legal sobre la familia no debe hacernos pensar que solo se entenderá como familia lo que el derecho considere como tal o que la ley regulará cualquier situación que hayamos experimentado en el seno de nuestro núcleo familiar.
Por otro lado, durante nuestros últimos años de experiencia como abogados de familia en Madrid hemos observado como, escenarios jurídicos que antes tenían un valor prácticamente residual en los organismos de justicia de la capital, a día de hoy han adquirido un protagonismo casi impensable en el día a día de nuestro equipo, los cuales se detallan brevemente a continuación:
Los procesos de desheredación de padres a hijos han pasado a ser un caso habitual a tramitar por cualquier bufete de abogados de familia en Madrid o que opere en todo el territorio nacional.
La sensación de abandono de los progenitores explosionó a raíz de la crisis del coronavirus, agudizándose la falta de cuidado por parte de sus descendientes y entendiendo su testamento como una forma de manifestarse al respecto. De hecho, no son pocas las voces de nuestro ordenamiento jurídico que empiezan a considerar el tercio de la legítima como algo que podría no representar la voluntad real del testador, situación entendible si valoramos los diversos cambios que cada vez son más frecuentes en los núcleos de familias que habitan en nuestro país.
Cada año se abren en España 4000 expedientes a jóvenes por violencia filio parental, cifra que, a pesar de seguir aumentando día a día, supone una realidad prácticamente invisible en las instituciones educativas de nuestro país, si bien por desgracia empieza a no suponer un procedimiento anómalo a tramitar por cualquier abogado de familia que opere en la Comunidad de Madrid.
El desconocimiento sobre cómo actuar sumado a la presión y vergüenza que sienten los progenitores encierran entre cuatro paredes escenarios cuyo daño personal llega a resultar prácticamente irreparable, situación que se demuestra con la habitual contratación tardía de un letrado especializado en la resolución de casos de este tipo.
Dejando a un lado los casos más traumáticos gestionados a lo largo de nuestra experiencia profesional, es importante no concebir la figura de este tipo de letrados como profesionales encargados de tramitar la separación o divorcio una vez finalizada nuestra última relación sentimental. El derecho de familia y sucesiones es quizás una de las ramas más amplias de nuestro ordenamiento jurídico.
De hecho, estos son solo algunos de los escenarios legales a los que nos enfrentamos cada día en nuestro despacho de abogados de familia ubicado en la Comunidad de Madrid:
Cuando el reparto de bienes podría llegar a resultar una cuestión conflictiva de cara a un futuro, los acuerdo pre y postnupciales, es decir, los celebrados antes y después del matrimonio, permiten delimitar de manera clara los pasos a seguir en caso de llegar a suceder un conflicto de estas características.
Esta modalidad de capitulaciones, las cuales suponen un elemento básico en otros ordenamientos jurídicos como el de Estados Unidos, en ocasiones se olvidan con demasiada facilidad en nuestro país, aplicándose de manera subsidiaria la sociedad de gananciales como el régimen económico que rige la relación entre los cónyuges de la pareja (artículo 1316 del Código Civil).
Cuando el régimen de propiedad sobre un bien inmueble es compartido con otra persona (artículo 392 del Código Civil), es habitual sentirnos presos de una situación que consideramos imposible de solucionar al no llegar a un acuerdo con la parte contraria. No obstante, los procedimientos de acción de división de la cosa común suponen un importante porcentaje del cómputo global de casos tramitados en nuestro despacho de abogados de familia en Madrid, siendo esta opción un derecho que como copropietarios no prescribirá en forma alguna (artículo 1965 del Código Civil).
Esto hace que, con carácter general, cuando se procede a una reclamación de estas características, el trabajo del abogado de proindivisos se focalice en negociar el precio y formas del bien, y no en argumentar si su cliente cuenta con la legitimidad necesaria para iniciar un procedimiento de estas características.
La mayor tendencia a otorgar la custodia compartida de los hijos representa una realidad ya indiscutible en nuestro ordenamiento jurídico, una corriente jurisprudencial que, como abogados de familia que operamos en la Comunidad de Madrid, hemos visto cómo se iba modificando en los últimos años, siendo lo habitual anteriormente conceder la misma a la madre del menor.
La defensa de los intereses de este último será la base sobre la que desarrollar una estrategia jurídica de calidad por parte del letrado que tramite nuestro caso, haciendo de la empatía y la sensibilidad las dos herramientas clave para adaptarse a las necesidades de su cliente.
Por otro lado, si la ruptura sentimental se ha producido en los últimos meses, resulta imprescindible dejar los sentimientos a un lado a la hora de desarrollar el convenio regulador, delegando esta cuestión en un profesional especializado que analice de forma objetiva nuestra situación o la de los más pequeños de la familia.
Delimitar la paternidad es la antesala para poder garantizar los plenos derechos de un menor en el ámbito de la familia, siendo los procesos de estas características altamente desgastantes para la persona de la pareja que procede a su tramitación. No obstante, en diversidad de ocasiones, solo tras determinarse la filiación podremos garantizar otros derechos regulados por esta rama del ordenamiento jurídico (alimentos, herencia etc…) siendo imprescindible no demorar en el tiempo la resolución de cuestiones de este tipo.
La manera en la que conciban el ejercicio de su profesión variará de forma drástica entre dos abogados especializados en la misma rama del ordenamiento jurídico. No obstante, si estás buscando un abogado de familia en Madrid, debes valorar si el profesional sobre el que vas a delegar la tramitación de tu caso cuenta obligatoriamente con las tres aptitudes detalladas a continuación:
Lo que la ley establezca en un momento dado podría no coincidir con nuestro sentimiento acerca de una situación que resulta problemática en el día a día. De hecho, es habitual concebir la contratación de un abogado como sinónimo de resolución de todos nuestros conflictos en la forma que deseamos. Y esto, en ningún caso es así.
No han sido pocas las veces que, atados por los sentimientos de venganza o desesperación, diversos clientes han contactado con nuestro despacho de abogados de familia en Madrid exigiendo una realidad que carecía prácticamente de sentido desde el punto de vista jurídico. Por ello, la actuación de un letrado en casos de este tipo requerirá de una persona capaz de analizar nuestra situación de forma objetiva, explicándole al cliente hasta donde podrá llegar y jamás prometiendo escenarios que resulten imposibles de cumplir con tan solo analizar la jurisprudencia más básica en relación al asunto del que somos parte implicada.
En la misma línea, y si nos permites un consejo a este respecto, a la hora de elegir entre los mejores abogados de familia en Madrid debes desconfiar siempre de aquel que te diga que “todo está ganado”. Con la ley en la mano, todo puede pasar, máxime en un área de práctica en el cual las diversas situaciones que explican un problema en concreto se entremezclan con una normativa susceptible de ser aplicada de distinta manera por el juez que dictamine la resolución de nuestro caso en particular.
En el área del derecho de familia y sucesiones, el porcentaje de casos que no llegan a juicio y son solucionados mediante un acuerdo entre las partes supera de forma lógica a cualquier otra rama de nuestro ordenamiento jurídico. Por ello, el carácter mediador por encima de sus cualidades como litigante es un aspecto clave para cualquier profesional que opere dentro de esta parcela legal.
Además, un buen abogado de familia sabe que, aunque se forzase un escenario para llevarlo a los tribunales, muchas veces son los propios jueces los que “obligan” a un acuerdo para evitar dirimir el asunto en sala, entendiendo esto como la mejor forma de respetar los intereses de las partes.
A modo de ejemplo, en el caso de la disolución de un proindiviso, en nuestra trayectoria como abogados de familia en la Comunidad de Madrid más del 70% de casos han sido solucionados sin necesidad de acudir a los tribunales de justicia, siendo solo necesaria la mediación de un profesional de nuestro equipo.
La empatía suele entenderse como la capacidad de cualquiera para ponerse en el lugar del otro. No obstante, en el ámbito jurídico, dicha definición deberá constar de una serie de matices a tener muy en cuenta. El abogado de familia deberá usar la empatía para ponerse en el lugar de su cliente y, a posteriori, tomar la distancia necesaria para aplicar un pensamiento objetivo y ofrecerle la solución que necesita.
En un área de práctica donde los sentimientos se entrelazan con nuestros derechos más personales, entender estos primeros será clave para saber cuándo proceder a la defensa de los segundos, manteniendo siempre distancias con el cliente pero comprendiendo en paralelo el proceso que atraviesa en la actualidad y del que forma parte como persona implicada.
A lo largo de mi trayectoria como abogado de familia en Madrid, he sabido guiar a mis clientes en sus procedimientos de reclamación mediante un trato cercano y altamente cualificado, viviendo escenarios realmente duros pero también muy gratificantes que de forma paulatina han ido configurando mi bagaje profesional dentro de este área de práctica.
Mi carácter mediador entre partes o frente al abogado de la parte contraria es la llave de apertura de cualquier procedimiento en el que haya tenido que personarme, desarrollando una estrategia jurídica mucho más férrea cuando esta primera opción no ha resultado posible.
Además, en aquellos procedimientos en los que existían menores en la ecuación jurídica a resolver, mi preocupación por la defensa de sus intereses ha sido algo muy característico de mi experiencia profesional, aclarando frente a las partes pretensiones que, en función de lo que establecía la ley al respecto, prácticamente carecían de sentido.
Si estás buscando el asesoramiento de un abogado de familia en Madrid, no dudes en ponerte en contacto con mi equipo mediante alguno de los canales de comunicación habilitados expresamente para ello.
A través de un trato cercano y altamente especializado, analizaremos las circunstancias que dan forma a tu situación actual para, en caso de considerarlo oportuno, ofrecerte la ayuda jurídica que quizás en estos momentos necesitas.
Esperamos que esta página te haya permitido conocer mejor los servicios de nuestro despacho de abogados o la experiencia probada en dicha área de práctica, siendo una materia que nos apasiona y sobre la cual no dejamos de aprender cada día.
Muchos clientes ya han confiado en el buen hacer de nuestros servicios. Y tú… ¿A qué esperas para hacerlo? Llámanos
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