Ejemplo de proceso de reclamación de acción de división de la cosa común

FICHA SUPUESTO DE HECHO

ÁREA DE PRÁCTICA:

Derecho de Familia y Sucesiones

CONTENIDO LEGAL:

Acción de división de la cosa común

FECHA INICIO:

09/09/2017

FECHA RESOLUCIÓN:

03/05/2018

Antecedentes de hecho

Nuestro cliente (al cual llamaremos Raúl de ahora en adelante), estaba divorciado por sentencia de mutuo acuerdo con su mujer, yendo esa sentencia acompañada de un convenio regulador en cuyo apartado 6 se establecía lo relativo a las cargas familiares tras la disolución de la sociedad de gananciales que regía el matrimonio entre ambos.

En el citado convenio, ambos se comprometían a vender la vivienda, bien cada uno por su cuenta bien a través de una agencia inmobiliaria, siendo el precio de salida de venta de 180000€.

No obstante, a pesar de que el convenio fue firmado de mutuo acuerdo por los dos, la parte demandada en ningún caso mostró interés alguno hacia la venta de la vivienda, motivo por el cual desde GJ Defensa Legal asesoramos a nuestro cliente para que iniciase un procedimiento de acción de división de la cosa común.

Observaciones de nuestro equipo

Con carácter general, oponerse a la acción de división de la cosa común es una estrategia del todo inadecuada, sobre todo si no existe un pacto que prohíba la venta del inmueble en cuestión.

No obstante, si además ya te has comprometido a llevar a cabo su venta en el convenio de divorcio, la oposición a la misma es algo aún más ilógico pues lo establecido en este escrito es de carácter obligatorio y, salvo causas muy justificadas, se deberá proceder al cumplimiento del mismo.

En la contestación a la demanda que efectuó la parte contraria, la demandada solicitó que se respetase el derecho de uso sobre la vivienda que tenían ella y su hijo.

No obstante, como estableció el juez en su propia sentencia, alegar ese derecho tras recibir la demanda es una equivocación tanto en forma como en fondo, en tanto en cuanto si en su momento se llegó a un acuerdo para la venta de la casa era porque ese derecho de uso “había pasado a un segundo plano”.

Es decir, si lo que se hubiese valorado entre las partes en su momento hubiese sido el derecho de uso de la vivienda, es casi seguro que ninguna de ellas hubiese acordado vender la misma en la forma que lo hicieron. A continuación, os dejamos un extracto con el razonamiento jurídico del juez que representa de manera clara las dos ideas citadas anteriormente:

“La demandada no puede ir ahora contra sus propios actos y reclamar un derecho de uso sobre el que no hizo referencia alguna en el acuerdo alcanzado en el proceso de divorcio tramitado hace ya más de siete años”.

Resolución del supuesto de hecho

El juez estimó de manera íntegra la demanda efectuada por nuestro cliente, procediendo a la disolución del proindiviso y ordenando la venta de la vivienda en subasta judicial.

Además, en su razonamiento jurídico, desestimó parte de las alegaciones realizadas por la demandada, la cual alegó una compensación por alimentos que en fondo y forma no procedía al supuesto de hecho a dirimir en este caso.

Por otro lado, al haberse adjudicado el derecho de uso de la vivienda a la parte demandada, esta pasó a tener que abonar la totalidad de las cuotas de la hipoteca a partir de esa fecha, motivo por el cual la mitad de las mismas le deberán ser reintegradas tras la venta del inmueble por parte de nuestro cliente.

Otros aspectos a tener en cuenta

Resulta paradójico que, en una rama del derecho en la cual la carga emocional tiene un papel clave en todos los procesos a tramitar, dejarse llevar por los sentimientos puede ser una estrategia jurídica muy perjudicial para ambas partes.

Aunque nuestro cliente consiguió tras la contratación de los servicios de GJ Defensa Legal su objetivo a perseguir, la venta del inmueble mediante un agente externo (por ejemplo, una inmobiliaria), hubiese sido una opción mucho más favorable desde el punto de vista económico, posibilidad que resultó inviable debido a la negativa de la demandada para proceder a la venta del inmueble.

El derecho al ejercicio de la acción de división de la cosa común es de carácter imprescriptible.

Por este motivo, cuando recibimos una demanda de estas características, la negociación con la parte contraria será siempre la mejor opción, en tanto en cuanto es casi seguro que el juez fallará a favor de la persona que interponga la demanda siempre y cuando concurran las circunstancias requeridas por la ley para los casos de este tipo.

En nuestro despacho de abogados la divulgación jurídica fue el punto de partida que en su momento impulsó al equipo para el desarrollo de su web corporativa, intentado acercarte a través de este espacio la información que pudieras necesitar cuando te ves inmerso en un problema relacionado con las diversas áreas de práctica dentro de las cuales ejercemos nuestra profesión en la actualidad.

No obstante, el respeto a la privacidad de la cartera de clientes de GJ Defensa Legal es también otro pilar fundamental de la política corporativa del despacho, modificando cualquier dato que permitiese identificar a las partes implicadas del supuesto de hecho que anteriormente acabas de leer.

En caso de considerar que tu situación se asemeja a este caso extraído de nuestra trayectoria profesional y que nuestro equipo podría ayudarte en su resolución, no dudes en rellenar el siguiente formulario de contacto.

Un profesional del despacho estará encantado de ayudarte con la profesionalidad y cercanía que desde hace años avalan nuestra trayectoria legal dentro de las áreas de práctica en las que operamos.